domingo, 14 de agosto de 2011

Adam Smith


Adam Smith (1723-1790), economista y filósofo británico, cuyo famoso tratado Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, más conocida por su nombre abreviado de La riqueza de las naciones (1776), constituyó el primer intento de analizar los factores determinantes de la formación de capital y el desarrollo histórico de la industria y el comercio entre los países europeos, lo que permitió crear la base de la moderna
ciencia de la economía. La riqueza de las naciones, sostiene  que la riqueza procede del trabajo. El libro fue esencialmente un estudio acerca del proceso de creación y acumulación de la riqueza, tema ya abordado por los mercantilistas y fisiócratas, pero sin el carácter científico de la obra de Smith. Este trabajo obtuvo para él el título de fundador de la economía porque fue el primer estudio completo y sistemático del tema.
Para Adam Smith, el Estado debía abstenerse de intervenir en la economía ya que si los hombres actuaban libremente en la búsqueda de su propio interés, había una mano invisible que convertía sus esfuerzos en beneficios para todos.
Breve Biografía
Nacido en Kirkcaldy (Escocia), tras completar su formación primaria en su localidad natal, en 1737 acudió a la Universidad de Glasgow para iniciar estudios de filosofía moral, que completaría en el Balliol College de la Universidad de Oxford. Desde 1748 hasta 1751 fue profesor ayudante de retórica y literatura en Edimburgo. Durante este periodo estableció una estrecha amistad con el también filósofo escocés David Hume que perduró hasta el fallecimiento de éste en 1776. Esta relación influyó poderosamente en la formulación del conjunto de las teorías económicas y éticas de Smith.
En 1751 accedió a la cátedra de Lógica de la Universidad de Glasgow y, un año más tarde, a la de Filosofía Moral del mismo centro académico. Muchas de sus enseñanzas fueron recogidas en una de sus obras más conocidas, Teoría de los sentimientos morales (1759). En 1763 renunció a su puesto docente en la universidad para convertirse en tutor de Henry Scott, tercer duque de Buccleuch, al cual acompañó durante 18 meses en un viaje por Europa. En el transcurso de éste conoció a Voltaire y a algunos de los principales economistas fisiócratas franceses, especialmente François Quesnay y Anne Robert Jacques Turgot, que defendían una doctrina económica y política basada en la primacía de la ley natural, la riqueza y el orden. Inspirándose en las ideas de los antes citados, Smith llegó a concebir su propia y original doctrina y teoría económica. Desde 1766 hasta 1776 residió en Kirkcaldy y Londres, dedicado a la redacción de
 La riqueza de las naciones, cuya publicación es señalada por muchos analistas como el momento en que la economía se convirtió en una ciencia independiente de la política. Nombrado comisario de aduanas para Escocia en 1777, marchó a vivir a Edimburgo y, en 1787, fue honrado con el nombramiento de rector honorífico de la Universidad de Glasgow. Falleció en Edimburgo el 17 de julio de 1790.
PENSAMIENTO E INFLUENCIA
En La riqueza de las naciones, Smith realizó un profundo análisis de los procesos de creación y distribución de la riqueza. Demostró que la fuente fundamental de todos los ingresos, así como la forma en que se distribuye la riqueza, radica en la diferenciación entre la renta, los salarios y los beneficios o ganancias. La tesis central de este escrito es que la mejor forma de emplear el capital en la producción y distribución de la riqueza es aquella en la que no interviene el gobierno, es decir, en condiciones de laissez-faire y de librecambio. Según Smith, la producción y el intercambio de bienes aumenta, y por lo tanto también se eleva el nivel de vida de la población, si el empresario privado, tanto industrial como comercial, puede actuar en libertad mediante una regulación y un control gubernamental mínimos. Para defender este concepto de un gobierno no intervencionista, Smith estableció el principio de la “mano invisible”: al buscar satisfacer sus propios intereses, todos los individuos son conducidos por una “mano invisible” que permite alcanzar el mejor objetivo social posible. Por ello, cualquier interferencia en la competencia entre los individuos por parte del gobierno será perjudicial.
La teoría clásica del comercio internacional  plantea la interacción entre comercio y crecimiento económico. Según los principios establecidos en las obras de Smith, los distintos bienes deberán producirse en aquel país en que sea más bajo su costo de producción y desde allí, exportarse al resto de las naciones. Por tanto define la denominada «ventaja absoluta» como la que tiene aquel país que es capaz de producir un bien utilizando menos factores productivos que otros, es decir, con un costo de producción menor. Defiende además el comercio internacional libre y sin trabas, para alcanzar y dinamizar el proceso de crecimiento económico, y este comercio estaría basado en el principio de la ventaja absoluta. Asimismo aboga por favorecer la movilidad internacional de los factores productivos.
Las ideas fisiócratas  sobre la economía de mercado influyeron en Adam Smith. Sin embargo, éste y su discípulo David Ricardo estaban en contra de sus postulados sobre la agricultura, por lo que definieron la teoría del valor trabajo. También creían que existía un precio natural justo, que sería el que establecería el mercado, y que los terratenientes, y no los agricultores, eran los que tenían que recibir los beneficios de la explotación de la tierra.

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